domingo, 21 de julio de 2013

II Marcha BTT Poza de la Sal

II Marcha BTT Poza de la Sal (kronika/crónica)
Poza de la Sal (21/07/2013)

El +Frejo este año se ha convertido en adicto a la bicicleta (ya lo era antes) y está al tanto de todas las marchas habidas y por haber en las cercanías de Vitoria, y de esta tenía muy buenas referencias, así que nos lo comentó.
Por otra parte, yo las marchas de bicicleta de montaña las tenía un poco olvidadas. A finales del año pasado las cogí con fuerza, haciendo 2 seguidas en poco más de un mes, pero la llegada del invierno y la experiencia de San Román me hizo aparcarlas hasta que no mejorase el tiempo, el barro y yo no nos llevamos muy bien. Sin embargo, tenía reciente el duatlón de montaña de Urkabustaiz, que tuvo su ración de BTT, y me había vuelto a meter el gusanillo. Así que cuando vi que +Josean y Rubén, que no se pierde una, se apuntaban, decidí apuntarme también.

Analicemos ahora donde me había apuntado. Esta marcha, muy joven, esta es su segunda edición, se ha ganada ya el bonito sobrenombre de "Infierno Pozano". Es una marcha con un solo recorrido y, para las que he hecho hasta ahora, bastante larga, 40 kilómetros. Viendo el perfil parece que hay tres subidas que destacan sobre el resto, con sus bajadas correspondientes, que en BTT algunas no son moco de pavo. De esas tres subidas, parece que hay dos especialmente duras, las dos primeras, que van encadenadas, y de las que han colgado su perfil detallado (tipo los puertos del Tour de Francia), y en las que hay porcentajes de hasta el 20% en el primero de los puertos y ¡¡30%!! en el segundo.

Sabiendo ya a lo que nos enfrentamos, vamos ahora con nuestra participación. Un par de días antes Josean nos comunicó que no podría ir a la marcha, una pena :-( quedábamos Rubén, Frejo y yo. Rubén iría por su cuenta, así que quedamos Frejo y yo para ir juntos. Frejo viene a buscarme con su coche, ya que el tiene portabicis. Poza de la Sal, el pueblo donde nació Félix Rodriguez de la Fuente (toma datito), está en Burgos, a hora y pico de Vitoria, por lo que quedamos pronto pronto para llegar a Poza puntales, donde ya hay gran cantidad de coches aparcados por todos los lados de los caminos/carreteras... pero conseguimos aparcar.

Nos vamos a por el dorsal y luego de vuelta al coche a cambiarnos. Hoy estreno en "competición oficial" mis regalos de Navidad, casco nuevo cortesía de mi amigo invisible (aún guardo mi casco "vintage" ehh) y pedales automáticos regalo de mi cuñado Ion. Lo de los pedales me preocupa un poco, porque eso de llevar el pie pegado al pedal... hasta ahora los he probado por caminos buenos, pero a ver que me encuentro aquí. Mientras tanto ya ha llegado Rubén, que ha aparcado cerca de nosotros, así que ya estamos todos.

Frejo deleitándose de su victoria en la salida de la marcha
Una vez estamos los tres listos nos vamos hacia la meta, donde ya está casi todo el mundo, así que nos ponemos en la cola, vamos a salir casi últimos. Nos va a hacer un buen día, hace sol y, aunque ahora no pega mucho, habrá que ver dentro de unas horas cuando esté más alto. ¡Y empieza la marcha!

El infierno es por aquí, ¿no?
Esta primera parte de la marcha es bastante cómoda. Son los 10 primeros kilómetros hasta la primera subida tocha. Los caminos son de parcelaria y similares, fáciles de transitar. Hay algún repecho, pero son subidas y bajadas cortas. En esta zona pasamos a bastante gente, sobre todo a gente que ha pinchado, increíble la cantidad de gente que nos encontramos arreglando pinchazos en la cuneta. También adelantamos un tandem, que van a buen ritmo, no os creáis, menudos campeones.

Y es sobre el kilómetro 11 donde nos encontramos el primer puerto de categoría especial, San Andres. Este es el más largo de los tres, 2 kilómetros y pico según el perfil de la web, casi 3 según mi GPS. Esta subida es dura, pero se sube por un camino muy bueno, por lo que ponemos la pedalada y para arriba. Vamos subiendo cada uno a nuestro ritmo, arriba del todo hay un avituallamiento así que si hay que esperar, mejor esperar ahí. Cuando llego arriba Rubén ya está en el avituallamiento, Frejo llega poco después de mí. ¡Menuda mejora ha pegado el Frejo desde la marcha de San Román, en breve me pasa como un avión! Se nota que ahora le da más candela a la bicicleta.

El avituallamiento es líquido, así que tras tomar un par de vasos de agua, toca ir hacia la bajada. Antes de empezar la bajada hay un voluntario advirtiéndonos de que la bajada es muy pronunciada y que tengamos mucho cuidado. Vaaa, no será para tanto. En eso que nos asomamos a la bajada, despacito, porque pasamos de una explanada a un camino y hay un poco de tapón, y lo que vemos, al menos a mí, me deja flipado. ¿Esto es una bajada? ¡¡Esto lo que es es un precipicio!! Buff, y yo con los pedales automáticos, la llevo clara para bajar por ahí... Pero bueno, veo que hay bastante gente que va andando, así que yo inmediatamente echo también pie a tierra, y así hago la mayor parte de la bajada. En la subida me preguntaba como lo estarían haciendo los del tandem, aquí ya ni me hago a la idea de como harán...

La bajada es de algo más de un kilómetro, pero la parte mala mala es solo la primera parte, así que luego ya puedo montarme e ir a medias entre andando en bicicleta y echando el pie, pero con bien de cuidado. Además, a un lado del camino vemos a un corredor en el suelo con el brazo jodido (está siendo ya atendido), lo que me hace ir más acojonado. Rubén, que no sabe que es eso de pasar miedo bajando, ya se ha ido un cacho para adelante, y Frejo ya me empieza a abrir un buen hueco, así que en la parte final me embalo para intentar darle caza y en esas que pillo una piedra de medio lado y pego un bote que me deja aparcado a un lado de la calzada. La caída es sin consecuencias para mí, pero a la bici le he pegado un buen piñazo en los cambios :-S Un poco más adelante están Rubén y Frejo esperándome y tengo que desmontar a echar un vistazo a los cambios, ya que hacen mucho ruido. Joseaaaaan, ¿donde estas?!? Al final parece que no es nada, el único "problemilla" que voy a tener es que no puedo poner el piñón más grande... Esto en la rampa esa del 30% que está por venir me va a venir de p**a madre...

Tras llanear kilómetro y pico llegamos al segundo puerto de categoría especial, la subida de Venta Vieja, que es más corta que la de San Andres pero más empinada. Además el camino es peor, más estrecho, como mucho da para que vayan dos marchistas en paralelo, por lo que me da que con esos desniveles los atascos van a estar a la orden del día. Y en efecto, yo me como un atasco de pleno. Voy sin pedalada, pero bueno, puedo aguantar sin bajar, ya hemos subido más de la mitad de la cuesta, y en esas que llegamos a la zona dura dura de la cuesta, lo que hace que el que va delante mío, empieza a hacer eses hasta que acaba echando el pie. No me queda otra que echar el pie a mí también, ¿el pie?, ¡qué no me sale el pie del pedaaaal! Ale, al suelo, con buena postura eso sí, pies en los pedales y una de las manos en el manillar, la otra si la pude despegar del puño para amortiguar la caída jeje Me he caído casi parado y en unos matorrales, así que sin más me hago unos arañazos y unos pinchazos en la mano salvadora. Me toca subir un rato andando (voy al ritmo de los que van montados en bici jeje) hasta que afloja un poco la cuesta y me puedo subir ya a la bici para acabar la cuesta esta de Venta Vieja.

Una vez arriba hay un avituallamiento líquido y sólido, donde nos volvemos a juntar los tres mosqueteros. El sol ya ha empiezado a pegar, aunque por suerte hay alguna nube que da un respiro de vez en cuando, pero ese calor extra se nota en este avituallamiento, a pegar buenos tragos de agua y algo de naranja y plátano, con un gel cortesía de Frejo. Estamos casi en el kilómetro 17, y tenemos por delante unos 6 kilómetros de llano por la meseta pozana. Estos kilómetros, que además pican un poco hacia abajo, son los más rápidos que hacemos de toda la marcha. Son por buena parcelaria con grandes rectas y fáciles de hacer en grupito. Por aquí, de todas formas, yo al menos, ya empieza a darle vueltas al tema de que... ¡aún vamos por la mitad de la marcha! No estoy agotado, pero el cansancio ya empieza a hacer presencia y queda mucho, a ver como acabamos.

Tras este llaneo llegamos a otra zona de bajada pronunciada, bastante pronunciada. Son algo más de 2 kilómetros para pasar otra vez un poco de miedo. Hay una curva, con una pendiente del copón y toda llena de tierrilla suelta que la hacemos los tres cruzados por completo, avanzábamos hacia abajo totalmente de lado... buff, y es que si no hacías la curva te ibas por le barranquillo, lo pasé peor que viendo la peli de Insidious, que miedito. Luego hubo otras zonas de bajada también peculiares, con sus piedras y ramas, tanto a la altura de las piedras como de la cabeza, en fin, todo una aventura.
Esta bajada nos ha llevado hasta el kilómetro 25 más o menos y Rubén, la cabra loca, pues se nos ha vuelto a escapar en la bajada. Nos hemos quedado Frejo y yo, Rubén esta vez a seguido hacia adelante. Nuestra siguiente etapa es de otros 6 kilómetros de subi bajas, pero bastante suaves, casi llanos, que nos van a llevar hasta la última de las subidas de la marcha, la del Castillo, ya que debe haber un castillo en la parte de arriba, ¿no?

Esta subida es una mezcla de las otras dos, de poco más de kilómetro y medio y con unos porcentajes bastante durillos a ratos, y yo sin mi piñón estrella :-S Tiene gracia que el llano anterior lo hemos hecho Frejo y yo prácticamente solos, sin cruzarnos prácticamente con nadie, y sin embargo en esta subida nos hemos encontrado a un pelotón de un club no se si ciclista. Del pelotón este hay gente que tira bien pa'rriba, pero hay otros que tenemos que ir adelantando nosotros. En uno de estos adelantamientos me patina la rueda y tengo que echar el pie, otra vez, lo que me hace tener que subir otro rato a pata, como en Venta Vieja. Al final consigo llegar a la cima, montado en bicicleta, un poco después de Frejo, que está con Rubén en el avituallamiento.
Este avituallamiento esta muy chulo, ya que esta lleno de niños que nos tratan como reyes, preguntándonos todo el rato que queremos para traérnoslo. Aquí cae bastante sandía y melón, que bien entra esta tipo de fruta en estas situaciones jeje Por el perfil, parece ser que aún queda algo de subida y luego ya sería todo bajada hasta Poza de la Sal, unos 7 kilómetros.

Bajando por el infierno
Esta parte la hacemos por, más que caminos, podría decirse que senderos. Son de ir todo el rato en fila india, y con alguna bajada interesante... ya sabéis, de las que acojonan un poco. En esta zona medio caí otra vez al suelo. Era una recta en bajada donde era fácil embalarse, y encima había barro, y eso, me embalé, pille un charco de barro, resbalé, frené con las manetas, frene con los pies (los pude sacar jeje), y finalmente frené con las manos. Sin consecuencias, salvo embarrarme un poco la parte de arriba, que aún, casi acabando, iba bastante limpio.
Y después de esta bajada ya solo nos queda dar una vuelta por el pueblo hasta la meta. Según mi GPS en la meta vamos casi 38 kilómetros, de los 40 que iba a tener la marcha, pero no me voy a quejar a la organización. En total hemos tardado 3 horas y media, mi marcha en bicicleta más larga hasta el momento.

Al llegar nos dan la bolsa de corredor, con su tarrito de sal de Poza de la Sal :-) y unos chorizillos entre otras cosas, y tenemos el avituallamiento, bien completo. Tras alimentarnos, vamos hacia la zona limpia bicis, donde tras hacer una buena cola, nos dejan la bici (y las zapatillas) casi como nueva, bien limpia. Luego vamos a la zona de duchas, que están en las piscinas del pueblo. Aquí Rubén, que no ha acabado suficientemente cansado, aprovecha para darse un chapuzón en la piscina. ¡Que va para triatlón, eso dice la afición!!
Luego, teníamos la posibilidad de habernos quedado para comer, comida que ofrecía la propia marcha (teníamos que haber avisado antes ehh), pero nosotros ya nos vamos para casa, que por hoy hemos cumplido. Ya comeremos si eso en casa :-D

En cuanto a la marcha, decir que ha estado muy bien preparada. En todas las zonas peligrosas había gente de la organización avisando para que tuviésemos cuidado. Los avituallamientos bien, el último muy completo. La zona de la marcha está chula, nos hemos encontrado zonas de bosque, zonas de campo muy típicos de castilla, senderos, caminos, parcelaria, de todo un poco. Es decir, la marcha me ha gustado, pero tengo que reconocer que ha habido zonas de bajada en las que lo he pasado mal, he pasado miedo. Yo, como biciclista dominguero que soy, no estoy acostumbrado a zonas tan técnicas, y encima bajando, pues acojone en el cuerpo que he tenido en unas cuantas ocasiones. Y este es el mayor handicap que veo para que yo vuelva a repetir esta marcha, al que le gusten las bajadas locas, 100% recomendable :-)

No hay comentarios:

Publicar un comentario